ANATOMIA RIGUROSA Y TORMENTO INTERIOR: SCIENTIA PICTORIS

DINO VALLS EXPONE POR PRIMERA VEZ EN ZARAGOZA TRAS 21 AÑOS

La última vez que vimos sus pinturas en Zaragoza, fue nada más y nada menos que hace 21 años, en el Palacio de Sástago. El pasado 7 de abril se inauguraba en las salas Goya y Saura del Paraninfo de Zaragoza, la exposición Scientia Pictoris del artista aragonés Dino Valls (1959), comisariada por Sabina Lasala Royo. Tras 30 años viviendo en Madrid, el artista se instala en Villanueva de Gállego, coincidiendo con esta muestra que cuenta con 74 obras en las que explora el desnudo corporal, mental y quirúrgico.

El emplazamiento de la exposición no podría haberse elegido mejor, ya que el artista estudió Medicina y Disección en la Universidad de Zaragoza entre 1976 y 1982, años en los que el gusto por la anatomía le llevó a realizar elaborados apuntes ilustrados por sus dibujos, que podemos observar en una de las primeras vitrinas de la exposición.

Escasos años más tarde, Dino Valls esbozará a la figura que retratará en el resto de sus obras: una figura andrógina, de rostro ovalado y mirada azul penetrante que siempre nos observa como queriendo decir algo. Unido a su estilo de impecable realismo y crudeza vemos el dominio de diversas técnicas como el óleo y pan de oro, temple, grafito, carboncillo y sanguina.

GENERAL

La muestra no solo exhibe sus pinturas, también encontramos bocetos, apuntes y notas de taller que salen por primera vez de su estudio, entre modelos anatómicos cedidos por la Universidad de Zaragoza.

La exposición, cuyo grueso proviene de sus coleccionistas más cercanos, pretende mostrar el vínculo entre la anatomía y su educación en Medicina y Disección con su obra para establecer ese puente de nuevo a su origen en Zaragoza. A lo largo de la muestra, se puede entrever el recorrido del artista, desde sus estudios anatómicos hasta sus obras más sórdidas como Halitus (1998), para las cuales recomendaría ir preparado, ya que la crudeza del tormento humano y la enrevesada anatomía quirúrgica, pueden remover a los estómagos más sensibles. Sin embargo, obras como Ars Magna (2010) o Personæ (2016) aportan luz a las sombras, invitando a buscar los diferentes elementos que componen la pintura, buscando los detalles que puedan darnos pistas sobre lo que Dino Valls nos pretende decir.

Algo que muchos habrán podido sentir a lo largo de la exposición es el desconocimiento sobre lo que cada pieza y sus diferentes elementos significan. Sin embargo, en palabras del propio artista, la pintura no debe verse como “un producto de consumo destinado al ocio, sino que requiere un esfuerzo para ser comprendida.”

La exposición permanecerá abierta en el Paraninfo de Zaragoza hasta el 9 de Julio, por lo que estos días de calor, os invito a buscar cobijo y sombra en la cultura, de la mano de Dino Valls.

Imagen superior: Paciente nº229, obra de Dino Valls

Ariana Murr Minguell

Colaboradora de Revista Kalós