El cine de monstruos de la Universal I : cuando las bellas empezaron a gritar perseguidas por las bestias en la gran pantalla

El cine de monstruos de la Universal

Nos situamos en una época llena de cambios, en la que, lo que antes nos parecía cotidiano, ahora se muestra como extraordinario, lo que más buscamos es la evasión frente a los «monstruos» contemporáneos; y, en la cual, un abrazo es la recompensa más preciada. Por eso, que mayor evasión que la fantástica.

De tal modo os invito a leer este artículo, y los consiguientes, en los que los monstruos son los protagonistas, donde muchas veces se nos sitúan como enemigos, y otras, en realidad, son iguales a nosotros, algo que Guillermo del Toro ha defendido «a capa y espada».

Las películas de la Universal son las que más destacan dentro del imaginario de los filmes de monstruos. Películas que influyen en la cultura de masas, y que, en sí mismas, contienen un saber procedente de la literatura y mitología anteriores. Así pues, fue esta productora, creada por Carl Laemmle, el pórtico de lo que conocemos como «cine de monstruos»; fue entonces cuando las bellas empezaron a gritar perseguidas por las bestias.

Carl Laemmle (1867-1939) había nacido en Lauptheim, Alemania, y era hijo de un pobre agente de propiedades inmobiliarias. En 1884 emigró a EEUU y desempeñó una amplia gama de puestos administrativos antes de convertirse en 1898 en el gerente de una filial de la Continental Clothing Company. Pero en 1905, Laemmle presentó su dimisión e invirtió sus ahorros en un nickelodeon, primitivas salas de cine en las que la entrada costaba una moneda de níquel. Muy pronto, Laemmle contó con toda una cadena de cines y una organización de distribución, el Laemmle Film Service.

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Fotografía de Carl Laemmle hacia 1918.

En 1909 se le invitó a unirse a la Motion Pictures Patents Company, un trust de carácter monopolista, liderado por Thomas Edison, que pretendía hacerse con el control total de la industria, invitación que no aceptó. Laemmle, entonces, decidió dedicarse a la producción de películas y fundó la Independent Motion Picture Company, que convirtió en la cabeza de toda una campaña que muy pronto acabo con el poder del trust.

De esta batalla surgió la Universal Film Company, creada en 1912 de la fusión de varias productoras y varias empresas menores. Pero esto no acaba aquí, Laemmle quiso ir un paso más allá e inauguró en 1915 la Universal City, un gran terreno transformado en «fábrica de películas», y dotado de sus propias escuelas, clínicas médicas y comisarías de Policía, así como de platós y decorados estables para los distintos tipos de producciones.

A lo largo de los años, la Universal City, que comenzó como un modesto rancho a unas cuantas millas al norte de Hollywood se fue convirtiendo en la sede de un estudio de gran éxito, famoso por sus películas de terror, thrillers, comedias y clásicos de la ciencia-ficción.

Panorámica de la Universal City, California, hacia 1920...

Imagen izquierda: Panorámica de la Universal City, California, hacia 1920.
Imagen derecha: Fotografía coloreada del monstruo de Frankenstein en interior de la Universal City.

La delimitación del cine de monstruos dentro de un único género es una tarea complicada, según diferentes autores podría encuadrarse en el ámbito del terror, como Drácula (1931)o Frankenstein (1931), y, sin duda, estas películas en su época fueron consideradas como tal. Otros muchos lo encuadran en el ámbito de la ciencia ficción, más relacionado con el conocimiento, en el que se sobrepasan las fronteras conocidas, como las espaciales; siendo un género en el que se incluirían películas como La mosca (1958).Y, por último, otra categoría, defendida por muchos, entre ellos yo, en la que se podría encuadrar el cine de monstruos, sería la del género fantástico.

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Recopilación de posters de las películas más icónicas de la Universal.

Era fantasía lo que buscaban los espectadores originales del cine de monstruos de la Universal, aquellos desdichados que sufrían las consecuencias de la Gran Depresión desatada tras el Crack del 29, para huir de la realidad que le condenaba a la penuria y al desempleo.

Algunas de las grandes escuelas de la «creación estética» surgen en épocas de gran depresión, como, por ejemplo, la novela picaresca española, uno de los géneros más ilustres de las letras hispanas, aparece cuando comienza la crisis del imperio español, o la gran pintura del Renacimiento en consecuencia de la crisis de la Edad Media. De ahí esa eclosión de la ficción fantástica que conocieron los años 30, época especialmente fértil para este género.

Conforme fue avanzando el tiempo, hacia los años cincuenta, también lo hace la concepción del monstruo en el cine, películas encuadradas entonces en el género de la ciencia ficción. La paranoia de la Guerra Fría dejó marca en el Cine de maneras muy distintas y una de las más espectaculares fue el boom de las películas de ciencia-ficción de los cincuenta, con el tema de la invasión por parte de seres extraños. La Universal impuso así sus obras en este terreno. Los extraterrestres, monstruos del espacio o reptiles humanoides fueron algunos de los temas que permanecen en la producción cinematográfica mundial.

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Regreso a la Tierra (Joseph M. Newman, 1955).

Se trata de películas con cierto interés y que, en muchos casos, merecen la reputación que han alcanzado, convirtiéndose en filmes de culto. Los monstruos, lo macabro, los «buenos» y los «malos», los experimentos científicos, el «fin del mundo», las pruebas atómicas, Julio Verne, H. G. Wells…, todos estos elementos y muchos otros van configurando el espectro del género.

Sin embargo, estas películas de monstruos no terminan aquí, van evolucionando a lo largo de las siguientes décadas, consideradas de un género o de otro, llegan al siglo XXI con todavía más éxito; además de hacer homenajes a las originales, nos abren un camino nuevo, en el que el miedo por lo monstruoso se convierte en admiración y comprensión. Como es el caso de La forma del Agua de Guillermo del Toro, del 2017, cuya mayor inspiración recae en la mítica película de la Universal La mujer y el monstruo de Jack Arnold, de 1954.

Fotograma de La forma del Agua...

Imagen izquierda: Fotograma de La forma del Agua (Guillermo del Toro, 2017).
Imagen derecha: Fotografía de La mujer y el monstruo (Jack Arnold, 1954).

Lo que pretendía expresar Jack Arnold es muy diferente a lo que, 60 años después, Guillermo del Toro ha sabido transformar en un amor puro e incondicional, en el que el monstruo es comprendido por un ser humano. El personaje de Marilyn Monroe en La tentación vive arriba, tan solo un año después del estreno de La mujer y el monstruo, supo ver ese amor incomprendido:

Siento tanta lástima por la criatura… al final… tenía una apariencia aterradora pero no era mala en absoluto.

Continuará…


Imagen superior: La mujer y el monstruo (Jack Arnold, 1954).


Lorena Badules Romero

Colaboradora de Revista Kalós