Durante el mes de mayo está teniendo lugar la 10ª Edición del Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente. Junto a las proyecciones también se han organizado distintas actividades, entre ellas Kiritaria: El medio ambiente como espejo. Una exposición del artista caspolino Norberto Fuentes, de la cual trata el artículo de hoy, donde nos brinda su particular visión de nuestra relación con lo natural y el medio ambiente. La encontraréis en el “Espacio Tránsito”, en la planta calle del Centro de Historias de la Ciudad.
Un artista autodidacta, formado en la práctica e insistencia construida día tras día y, explorador durante toda su carrera, de aquella “basura” generada por el ser humano con la cual, de una forma u otra siempre ha estado ligado a sus trabajos. Gracias a ello, participó en el festival barcelonés Drap Art: Festival Internacional de Reciclaje (2006). De vuelta a Aragón, y por ello quizá muchos ya lo conozcan, expuso en el Centro Buñuel Calanda (2010) y hace dos años se pudo ver en Zaragoza la muestra que organizó la galería Finestra Estudio: Del tiempo imaginario, donde se expusieron distintos dibujos que ilustraban un libro de homónimo título. Varias de ellos pueden verse hoy en Kiritaria.
En este pequeño espacio en el que se desarrolla la exposición podrán encontrar pinturas, varias ilustraciones y también pequeñas esculturas. Varias de las obras ya habían sido mostradas en otras ocasiones y constituyen una oportunidad perfecta para conocerle como artista.
Distintas artes y técnicas que tienen como exponente común el desecho y lo residual. La basura como parte de lo que es nuestro en este mundo actual, propio y natural al ser humano, mucho más cotidiano de lo que podríamos pensar. Desde los mismos materiales –como pueden ser las maderas de pallets de los marcos, o el uso de cobre como utiliza en varias de sus esculturas- hasta la propia anatomía de los personajes se conforma de aquello que somos. ¿Somos? Claro, somos lo que hacemos y hacemos lo que podemos gracias a esas herramientas, a esos objetos cotidianos que nos salvan el día a día. Cada día más, y que tras segundos de su poderosa necesidad abandonamos en el olvido.
Muchos son los artistas actuales que podemos inscribir en esta corriente de, más o menos, reivindicación sobre el medio ambiente y nuestro comportamiento frente a éste. Fotógrafos, performers, escultores y también pintores.
Norberto reflexiona sobre ello revisitando muchas importantes pinturas occidentales de los siglos XVI, XVII y XVIII, conocidas la gran mayoría por el gran público. Un recorrido a través de “Héroes” como San Jorge, Adán y Eva o La Vía Láctea entre otros, que nos devuelve a través de las pinturas del artista una imagen, un reflejo, distinto al que recordamos de las pinturas originales. En lugar de hermosas carnosidades son ahora distintos residuos los que conforman los cuerpos de los personajes, aludiendo a estos como algo intrínseco al ser humano contemporáneo.
Es cierto que quizá el juego de revisitar una e infinitas veces icónicas pinturas de la Historia del Arte, en no pocas ocasiones resulta un recurso simple, por ser usado sobremanera. También es cierto que Norberto Fuentes encuentra en éste el mejor método de impacto y llamada al espectador que toda reflexión ansía. Y lo consigue. El reflejo que vemos a través de ese espejo que es siempre un cuadro, resulta aquí profundo y revelador. Os animo a que os miréis en él y reflexionéis con la imagen que os devuelve para conoceros, y conocernos, más.
Imagen superior: Cartel de la exposición Kiritaria en el Centro de Historias (detalle).