Resulta que pasaba en Zaragoza por la calle Fita cuando a la altura del número 19 el color me atrapó. Abanicos y espirales se desplegaban con inspiradores barridos cromáticos desde el otro lado del cristal.
Vale. Puede que me haya pasado de cursi, pero para juzgarlo lo mejor será que te dejes caer por esa dirección y respires por ti mismo lo que hay traspasando la entrada de la Galería A del Arte. Si antes tienes tiempo, aquí van unas líneas que pretenden exprimir el contenido de la exposición El gesto transitado.
Obra de María Maynar expuesta en la Galería A de Arte.
Hace ya un año mencionábamos por primera vez a María Maynar (Zaragoza, 1959) en Kalós con motivo del 10º Aniversario de A del Arte. Por fortuna la reconocida pintora ha vuelto a la galería hasta el 8 de febrero con una exposición monográfica que acoge su obra reciente, llevada a cabo entre 2016 y 2018.
Obra de María Maynar expuesta en la Galería A de Arte.
María Maynar se encarga de todo el proceso creativo, incluyendo la preparación del soporte. Este es dotado de una imprimación blanca que enfatiza la luminosidad de los colores mate que emplea en sus obras, siempre aplicados sobre una superficie perfectamente lisa. Todas las pinturas expuestas han sido trabajadas mediante la compleja técnica de temple al huevo sobre tabla, que aprendió en el taller del artista Jesús Vilallonga con el que trabajó durante ocho años.
Su obra ha evolucionado notablemente desde aquellos años en Barcelona. En la exposición nos encontramos con una obra muy distinta a la que venía haciendo. Su pintura se ha aligerado prescindiendo de las múltiples capas que caracterizaban sus piezas precedentes, que aludían a la sociedad densificada y la complejidad del mundo en el que vivimos. Nos encontramos ahora ante un universo más nítido, armónico y absolutamente luminoso. Explota al máximo las potencialidades del color bastándose de brocha y el pincel para desplegar sugerentes trazos de formas sinuosas.
Obra de María Maynar expuesta en la Galería A de Arte.
La artista imprime su sello a través de un gesto firme y continuo. Esta es la base de cada obra, compuesta mediante trazos enérgicos, rápidos y absolutamente llenos de color. Estos nos llevan al mundo marino, a un río de lava, a las notas musicales que saltan de un teclado o simplemente a formas abstractas que se despliegan vibrantes por el lienzo. En él no hay tema per se, ya que en el propio movimiento del pincel sobre la tabla se plasma toda su experiencia. Y debemos seguir el desplazamiento de los pigmentos sobre soporte para leer el sentido narrativo del cuadro.
En la galería la propia María Maynar explica cómo existe una conexión entre su mano y el inconsciente. El trazo que describe su brazo logra más veracidad cuanto más fluido y directo es. Por tanto, no hay un gesto pensado, sino que la pintora deja que este aflore espontáneamente, y con dicha improvisación da luz a la obra de forma clara y natural.
Obra de María Maynar expuesta en la Galería A de Arte.
En definitiva, una personalidad que no te puedes perder si tienes ocasión de dejarte caer por A de Arte. Y a ver quién se pone o no cursi.
Imagen superior: Obra de María Maynar expuesta en la Galería A de Arte.