Pacificado la gran ganadora de la 67ª edición del Festival de San Sebastián

  • Concha de Oro a Mejor Película: Pacificado de Paxton Winters.
  • Concha de Plata a la Mejor Dirección: Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Maria Goenaga por La trinchera infinita.
  • Concha de Plata a Mejor Actriz (Ex aequo): Nina Hoss por The Audition y Greta Fernández por La hija de un ladrón.
  • Concha de Plata a Mejor Actor: Bukassa Kabengele por Pacificado.
  • Premio del Jurado a Mejor Fotografía: Laura Merians por Pacificado.
  • Premio del Jurado a Mejor Guión: Luiso Berdejo y José Mari Goenaga por La trinchera infinita.
  • Premio Especial del jurado: Próxima, de Alice Winocour.
  • Premio Nuev@s Director@s: Algunas bestias, de Jorge Riquelme Serrano.
  • Premio Horizontes: De nuevo otra vez, de Romina Paula.
  • Premio del público: Especiales, de Olivier Nakache y Éric Toledano.
  • Premio a mejor película europea: Sorry we missed you, de Ken Loach.
  • Premio de la Juventud: Las buenas intenciones, de Ana García Blaya.

Las grandes triunfadoras de la noche fueron Pacificado y La trinchera infinita. La primera, que no habla de la dura situación que se vive en las favelas de Rio de Janeiro, se alzó con tres premios; fotografía, actor y, por supuesto, la concha de oro a Mejor Película. Para Kalós era una de nuestras favoritas por el estudio del territorio en el que se adentra Winters tan delicado como peligroso, el gran retrato del microcosmos que supone la vida en las favelas y, por supuesto, la actuación de sus protagonistas que hacen de Pacificado una experiencia inmersiva. La segunda, dirigida por Jon Garaño, Aitor Arregi y José María Goenaga (Handía, 2017) se llevó otros dos grandes premios; Guión y Dirección. Era una de las más esperadas del festival y la historia real de la guerra y la inminente posguerra no defraudó pese a carecer de profundidad psicológica, hueco que intentaron llenar con grandes dosis de sentimentalismo.

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El equipo de La trinchera infinita en su paso por el Kursaal para la gala del SSIFF.

Y ahí no acaban los premios otorgados al cine español puesto que Greta Fernández se llevó el de mejor actriz ex aequo con Nina Hoss (Phoenix, 2014). Y es que Greta en La hija de un ladrón se sale y le hace sombra la mismísimo Eduard Fernández. La que también brilla por sí misma es Nina Hoss en su papel como profesora exigente en The Audition que, confesaré, me dejó con muchas preguntas en su recta final. Un retrato de la obsesión y lo psicótico a la altura de Hannibal Lecter.

El premio especial del jurado recayó sobre Próxima de Alice Winocour, un retrato feminista del amor maternofilial a través de la dura decisión del tándem familia-trabajo. La maternidad no se muestra como un sentimiento abnegado y sacrificado sino como una lucha capaz. El carisma y entrega de Eva Green consiguen que la película funcione aun en los momentos en los que empieza a flaquear.

Kalos recomienda…

Ya sabéis que no se pueden premiar a todas las películas ni que todxs podemos estar de acuerdo con los premios o las más destacables, por eso en este apartado vamos a decirte diez películas que hemos podido disfrutar en el festival y que tú tampoco te puedes perder.

  • Lo que arde. Oliver Laxe qué mal me caíste en aquella presentación de Mimosas pero chica si has hecho un peliculón se dice y no pasa nada.  Qué orgullo, después de haber visto la película, aquel premio en Cannes. Qué fotografía. Qué Galicia. Qué Benedicta. Has demostrado que el ego bien llevado hace obras maestras. Repito: bien llevado.
  • Light of my life. Nunca un retrato paternofilial me pareció tan tierno en circunstancias tan duras. Sin sentimentalismos ni medias tintas. La supervivencia a través del amor. La primera escena, tan simple, conmovedora y bella, la llevaré siempre en mi corazón. Cassey eres tan buen director como actor.
  • Temblores. A Jayro Bustamante lo conocí en 2015 con Ixcanul y pensé: “Valiente.” Por lo que no pensaba perderme su doble participación en esta ocasión y con Temblores ha conseguido volver a dejarme sin habla. El mundo de la homosexualidad –en Guatemala– no aporta nada nuevo a la visión que podemos tener pero está lleno de matices.
  • El faro. Lo tiene todo. Fotografía. Escenarios. Interpretaciones. A Willem Dafoe y Robert Pattinson en, hasta el momento, los papeles de su vida. Gaviotas. Alcohol. El mar. Obligaría al 100% de la población a verla.
  • A dark dark man. QUÉ HORROR. Ya está. Solo la he puesto para decir esto, no voy a pedir perdón. Prefiero ver la depilación anal de Jesús Gil, la verdad.
  • Parásitos. Después de peliculazas como Madeo que dejan a una con la mandíbula en el suelo, llegas a lo nuevo de Bong Joon Ho intentando que el hype no se te coma. Pero aquí tenemos éxito. Es un relato muy especial sobre supervivencia, diferencias sociales y humor negro, que ya merece la pena solo por el magnífico retrato de ese sótano infecto que cobija a la familia protagonista.
  • Beanpole. Con la resaca de la Segunda Guerra Mundial y su labor en Artillería Antiaérea, Iya y Masha buscan su hueco en el Leningrado de 1945. Y allá una se las apañe con sus secuelas como pueda. Maravilla de drama pintado con una preciosa paleta de complementarios, como los propios vínculos sociales que se establecen en la película.
  • Bonfire at Dawn. ¿Un chute de Japón puro? Aquí lo tenemos con toda su sencillez y lirismo. Los herederos de la centenaria práctica artística del Kyōgen, la vertiente cómica del teatro tradicional japonés Nōgaku, siguen transmitiendo religiosamente la filosofía de esta disciplina de padres a hijos.
  • La inocencia. Entra sola, tan estupendamente fresca y natural. Lucía Alemany se estrena retratando el pueblo castellonense que ella misma vivió en su juventud como una cárcel, integrando en su historia adolescencia, bacalao, toros, religiosidad y tabús.
  • La Llorona. Escalofrío al canto desde el primer rezo en susurros. Tras este, una encendida manifestación sitia la casa del ex general Enrique Monteverde, impune pese a su responsabilidad ante el genocidio guatemalteco. Mientras tanto en su interior se va cociendo un viaje expiatorio a través de las protagonistas. “A mí no me da vergüenza contarles lo que vi, espero que a ustedes no les de vergüenza hacer justicia”. Potente, potente.

Imagen superior: Equipo de Pacificado (2019) en la gala del 67 SSIFF.

Pamela Tomás y Raquel Monteagudo

Redactoras de la Revista Kalós