Cierta luz inunda La Lonja

Cierta luz inunda La Lonja

“De fotógrafas aragonesas (O por qué Aragón las necesita)”. Así han titulado las integrantes del Colectivo 4F su escrito para el folleto de la muestra Cierta Luz. De fotógrafas aragonesas que ellas han comisariado. Me gustaría comenzar contestando a esa pregunta, respondiendo a Lara, Lorena, Tamara y Judith desde mi posición de espectador. No es que Aragón necesite a sus fotógrafas, es que no podríamos hablar de fotografía en Aragón sin ellas. Durante siglos la praxis, la historia y la teoría artística han excluido de sus discursos a las mujeres.

En ocasiones se les ha reservado un pequeño espacio a modo de premio de consolación junto a los autores masculinos ya consagrados. Es evidente que la creación contemporánea ya no puede someterse, bajar la cabeza y transigir ante esa visión trasnochada que algunos parecen empeñarse en alimentar.

Sorprende descubrir que en un sistema en el que la mujer estuvo tradicionalmente arrinconada, hubiese fotógrafas haciendo uso de este medio desde sus inicios. Probablemente porque la fotografía no fue considerada un arte en su nacimiento. Por ello, cuando Julia Margaret Cameron recibió en 1863 a sus 48 años su primera cámara fotográfica, nadie imaginaba que sus retratos y composiciones acabarían siendo consideradas como las obras más depuradas del pictorialismo fotográfico, siglo y medio después.

Tuvo que pasar tiempo hasta que la crítica reconoció a la fotografía su valor creativo, pero más todavía para incluir a las fotógrafas en los circuitos artísticos. Es una labor aun no concluida, de ahí el valor de esta muestra.

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Interior de la muestra Cierta Luz. Fuente: www.zaragoza.es

La necesidad de crear vínculos entre las mujeres dedicadas a la fotografía fue el objetivo con el que el Colectivo 4F encabezaba el manifiesto con el que se presentaron como grupo. Integrado por Lara Albuixech, Lorena Cosba, Tamara Marbán Gil y Judith Prat, las cuatro poseen una formación multidisciplinar que se deja ver en sus proyectos.

Lorena Cosba sorprende en esta exposición con su Sytema naturae, una instalación que ya pudimos ver en el Córner MIZ de Zaragoza Activa. El nombre parte de la publicación del naturalista sueco Carlos Linneo y su clasificación de la naturaleza en reinos. Recuperando la estética de las antiguas wunderkammer y los lapidarios medievales, ha aplicado fotografías a elementos tomados de la naturaleza, singularizándolos, encapsulando su cotidianeidad en los frascos de vidrio en los que los expone. El conjunto resulta llamativo y a la vez hermoso. Una sensación similar provocan las imágenes de Lara Albuixech. A través de ellas relata su experiencia personal en el Sáhara Occidental y el viaje a este lugar para conocer un pasado familiar. Hábilmente ha unido fotografía con materiales como la arena o un mapa de la época colonial.

Alicia Vela, artista dedicada a la docencia y a la actividad creativa, también sorprende con unas imágenes especialmente cuidadas, de gran delicadeza. Su Aliciabordaalicias es un juego con su propio nombre, con el arte del bordado –tan asociado durante generaciones a la esfera de lo femenino–, con su propia figura como protagonista de la escena, en mitad de un proceso de creación. El diálogo con la cercana instalación de Luisa Rojo se establece de forma natural. En ella introduce una antigua máquina Singer, simulando coser unas fotografías. Sobre la mesa uno de sus libros de artista. De nuevo surge el juego con el espectador, simulando tejer unas imágenes que en realidad son combinadas mediante medios de reproducción modernos, recordándonos que Luisa fue una de las pioneras del Copy Art en España. Sus referencias a mujeres históricas ya aparecieron en su muestra Cortesanas hace tres años en la galería Spectrum Sotos, un ejercicio para visibilizar, reconocer y ampliar el espacio que el feminismo ha tenido a lo largo de la Historia.

Cierta luz es un mosaico de historias, de los discursos de sus autoras y en este sentido es inevitable que los relatos fotográficos sean personales. De hecho, no pueden ser de otra manera. La mirada, el punto de vista de estas creadoras determina sus imágenes convirtiéndolas en únicas, en mensajes comprometidos con el mundo que les rodea. Dune Solanot, integrante de la muestra, lo explica así:

Lo personal también es profesional. Lo personal también es político. Estamos hechas de islas que se entrelazan».

Dune ha trabajado como fotoperiodista y documentalista en diferentes medios. Las imágenes que expone aquí forman parte de su proyecto Hidden Istambul. Sorprende en su atracción por los barrios decadentes, los edificios aparentemente abandonados, el interés en la captación de los habitantes de esa ciudad espectral.

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Fotografía de la serie Hidden Istambul, Dune Solanot.

Muchas otras son las fotógrafas que merecerían un comentario individualizado: Maysun, Vicky Méndiz, Rocío Badiola… También las veintiséis autoras que han colaborado en la pieza audiovisual proyectada en el centro de la sala: Pilar Irala, Estefanía Abad…

La mejor manera de reconocer su trabajo es verlo en directo y hasta el 23 de abril tenéis tiempo.

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Fotografía de la serie: Røros, a journey (2011-2013), Agurtxane Concellón.

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Instalación final de Cierta Luz en la que se recogen las palabras de las autoras. Fotografía: Guillermo Juberías.

 

Imagen superior: Collage de Susana Blanco con imágenes de Divina Campo, Maysun, Agurtxane Concellón y Cecilia de Val.

 

Guillermo Juberías Gracia

Redactor de la Revista Kalós